La colitis ulcerativa: Estudio de dos casos tratados con psicoterapia intensiva (página 2)

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Las colitis:
condiciones clínicas de adaptación y
defensa…

Para entender los principios de
algunas de nuestras reacciones al peligro, se debe de tener en
cuenta el comportamiento
instintivo de muchos animales que
utilizan maniobras físicas para escapar los peligros y los
daños que resultan del estrés.

Paradoxophyla
Palmata. Rana de Madagascar.

Podemos mencionar el humilde zorrillo, con sus
glándulas apestosas. Los camuflajes de algunas mariposas,
los de otros insectos, los de algunos reptiles o la tinta con que
los pulpos ciegan a sus predadores.

Otros seres vivos anuncian sus intenciones hostiles con
sus comportamientos, mientras que otros se revisten de colores que
indican que están cargados de sustancias
venenosas.

Muchos animales aumentan el volumen de su
apariencia para lucir más amenazadores, mientras que otros
reaccionan ante el riesgo de manera
especie-específica, basados en ajustes
automáticos.

Nadie ignora el sonido de una
serpiente cascabel que se arrastra en el desierto.

¡Nadie! Ni aún otra serpiente
cascabel…

Nuestra reacción al estrés se ha
calificado y ha sido cuantificada por medio de la investigación científica y ha
resultado en otros artículos que hemos publicado
previamente.

Aquí solamente nos ocupan hoy las relacionadas al
tracto gastrointestinal, específicamente, las que afectan
el intestino, por razones didácticas.

Nuestras tripas… nosotros…

Casi todos hemos experimentado de manera empírica
los problemas que
acompañan los fenómenos del estrés cuando
éstos envuelven la función
del intestino.

No necesitamos recordarnos de las ocasiones cuando la
diarrea
precedió un evento de la mayor importancia en nuestras
vidas. Desde un examen de colegio, una nueva experiencia antes
desconocida, hasta confrontar un enemigo.

La biología de la
diarrea y del malestar intestinal está bien entendida. El
sistema
nervioso simpático es responsable por su
actividad.

Se postula que el aumento del peristaltismo intestinal,
como respuesta al estrés, es una manera de agilizar
nuestros cuerpos; eliminando masa fecal rápidamente, la
que, de no ser eliminada, nos impediría un escape veloz y
oportuno del peligro inminente.

Desechamos peso para correr mejor.

Corremos más para desechar el
peso…

Lo mismo puede ser dicho, en menor escala, que
ocurre en la frecuencia urinaria que se evidencia en
circunstancias parecidas.

Pero, ¿existen otras razones sutiles y adaptivas
para estos fenómenos? Aquí puede mencionarse la
poca densidad del
vello que nos cubre, y que nos permite perspirar profusamente
dándonos una ventaja cuando corremos bajo el sol del
desierto, o que nos hace resbaladizos si un predador nos
ase.

Puede que la diarrea, que hemos visto en animales en
fuga y en seres humanos en condiciones extremas de peligro, sea
un evento fisiológico que como resultado tendería a
interrumpir la caza del enemigo cuyo olfato le indica que no
somos apetecibles — pensemos.

Las materias fecales para miembros de nuestras especies
vertebradas, en su mayoría, están repletas de
olores y sabores repulsivos que hacen que otros se alejen de las
mismas.

Para Sapolsky, en personas cuyo estrés no es
exagerado, la respuesta gastrointestinal se traduce en los
síndromes colectivos del colon irritable, del colon
espástico y que, en sus formas sostenidas, pronunciadas y
crónicas, pueden convertirse en lesiones orgánicas
resultando en los síndromes conocidos como la colitis
ulcerativa o la enfermedad de Crohn.

Acerca de la frecuencia de los fenómenos
descritos en el párrafo
anterior, investigadores han estimado que el 75% de la población general ha sufrido episodios
discretos del síndrome del colon irritable, con sus
desagradables deposiciones diarreicas.

Bufido humano…

Examinemos dos casos en los cuales las aplicaciones de
la psicoterapia
fueran de la mayor importancia para su resolución
final.

Dinorah

39 años de edad, hermana gemela de Socorro. Madre
de cuatro, tres varones y una hembra.

El mayor cumplió 30 años y la menor
dieciséis.

Ambas mellizas sufrían de la enfermedad de Crohn
y ambas recibían tratamiento farmacológico que
había logrado disminuir los dolores abdominales y el
sangrado.

Ambas eran profesionales en el campo de la salud, observando
minuciosamente sus dietas y tomando sus medicamentos como fueran
indicados.

La hija menor de Dinorah había sido obesa y ahora
se descubrió que sufría de bulimia.

Cuando el trabajo de
la terapia empezara con Johanna, se decidió que la terapia
con la madre sería asunto de la mayor importancia, ya que
un abismo se había formado entre ambas mujeres debido a
las tendencias de la hija a mentir en todo lo que fuera tocante a
su trastorno del comer.

Durante la terapia se encontró que Dinorah
sufría de un vacío existencial, ya que sintiera que
su historia familiar
era incompleta.

Adoptada, con su hermana gemela, a los tres meses de
edad, sólo sabía que sus padres habían
muerto de manera misteriosa y que la adopción
intrafamiliar fuera resultado esperado.

Siempre se consideraron las mellizas, como hijas
especiales, ya que los hermanos adoptivos eran adultos
jóvenes cuando ellas llegaran al hogar de sus "nuevos"
padres.

"Teníamos cuatro mamás y tres
papás" decían ambas gemelas, cuando se
referían a sus seis hermanos además de los padres
adoptivos.

Un asunto de interés
que surgiera en la terapia fue la presencia de un atado emocional
muy fuerte que existiera entre las dos hermanas, algo que
impedía que otros, aun los hijos de ambas,
penetraran.

Una vez, de manera emocional, Dinorah reveló un
sueño reciente que había tenido.

"Mi hermana y yo estábamos en una misa de muertos
en un cementerio italiano. Allí nos encontramos con seres
desconocidos que se presentaron como nuestros hermanos
‘reales’. Nos dieron las gracias por haber venido al
entierro de nuestros padres que habían fallecido
recientemente.

"Cuando desperté, sentí un dolor punzante
en el abdomen y había evacuado de modo incontinente —
algo que nunca antes me había sucedido.

"Comencé a llorar y me di cuenta de que
había algo — un pensamiento
— que siempre había tratado de evitar admitirlo:
¿Qué pasará conmigo si mi hermana muere
antes que yo?"

La terapia enfocó inmediatamente en la tarea
descrita en uno de mis artículos en técnica, la de
enfocar en la reconstrucción de la anamnesis personal para
hilvanar la coherencia del ego.

Ambas terapias la de la madre y la de la hija
bulímica terminaron exitosamente. Incluyendo la
reducción del estrés que culminó en la
desaparición de las lesiones intestinales en el caso de
Dinorah.

Manuel

Casado, con treinta años de edad y visiblemente
feliz con el nacimiento reciente de una hija muy anhelada por
ambos esposos.

Transfirió de ser jefe de mercadeo en un
hotel sito en uno de los emiratos
árabes a una empresa local
donde se sintió decepcionado.

Nunca se llevó bien con sus nuevos jefes porque
le habían hecho promesas, antes de comenzar su nuevo
empleo, de
darle el soporte requerido para poder lanzar
una campaña de mercadeo exitosa para el hotel y para
beneficio propio en su futuro profesional.

Las presiones a las que lo sometían eran — para
él y su cónyuge — extremas, ya que le quedaban
muy pocas horas al día para consagrar a hija y
esposa.

Un día se desmayó en medio de un mitin. Y,
porque su presión
arterial había bajado mucho, lo admitieron para ser
observado en una clínica privada donde le diagnosticaron
colitis ulcerativa.

El tratamiento consistía de medicinas
específicas y de esteroides.

Comenzó a aumentar de peso, continuaba sangrando
y retornó al uso de los cigarrillos, los que había
renunciado hacían unos diez años.

Mientras tantos, la niña de tres años
desarrolló alergias epidérmicas y cólicos
abdominales, los que fueran refractarios al tratamiento que se le
indicara.

La madre, empezaría, a su vez, a sufrir de
depresiones las que no respondieron a dosis altas de un agente de
acción
serotoninérgica.

La esposa nos vio porque una amiga la describió
como "paranoica". Ya que de todos sospechaba, y temía que
al marido lo iban a envenenar por su antagonismo abierto hacia su
jefe inmediato.

Durante el examen mental directo y revisando los
síntomas, se estableció que la paciente
podría sufrir de anemia
megaloblástica con manifestaciones psíquicas. Los
resultados de pruebas de
laboratorio
eran corroborativos del diagnóstico.

Un curso de methycobal se inició asistido de la
psicoterapia intensiva.

A medida que las depresiones maternas mejoraban, los
problemas de la piel y del
abdomen en la hija desaparecieron.

Manuel, a su vez, entró la terapia para tratar de
reducir la ansiedad de que sufriera.

A medida que este joven empezara a tolerar sus
ansiedades y a expresar sus hostilidades dentro del marco de la
relación terapéutica, las medicinas para la colitis
se descontinuaron y paró de fumar exitosamente.

Hoy los tres viven en México,
como familia, donde el
marido trabaja y donde se encuentran felices.

¡Adieu Punta Cana!

Discusión

Como ya hemos tenido la oportunidad de apreciar en otros
artículos, el estrés es un fenómeno que
socava la eficacia del
sistema inmune de
nuestro organismo. Lo hace, amén de que su persistencia,
manteniendo el cuerpo en estado de
alerta "roja" de manera sostenida, termina causando lesiones
permanentes en órganos que son blanco de sus
efectos.

En ocasión, las medicinas administradas en
aislamiento y por sí solas no bastan para resolver los
problemas que, permaneciendo subconscientes en la mente de los
pacientes, aumentan la tensión individual.

Mucho sabemos de la efectividad de la
introspección terapéutica y del desarrollo de
interconexiones humanas para que estas sean relegadas a ser
elemento secundario, como algunos profesionales aconsejan
insensatamente.

Pero, mientras tanto, como aseverara Shakespeare en el
famoso título de su, no-tan- famosa
comedia:

All’s Well That Ends
Well…